Al final, entre unas cosas y otras, en Toledo sólo estuvimos el viernes por la noche. Yo tenía academia hasta bastante tarde, así que cuando terminé, mi chico y ellos me vinieron a recoger para ir a cenar y dar una vuelta por la ciudad que, si ya de por si es preciosa, de noche lo es mucho más. Cenamos en La Abadía, que es un restaurante muy famoso de la ciudad que está en el caso histórico. Siempre que hemos cenado allí hemos salido contentísimos porque la comida está de rechupete y además, para los precios de Toledo, no es nada caro.
Después de cenar se nos unió una amiga y fuimos a tomarnos algo, pero enseguida nos fuimos porque mi hermana estaba muy cansada del viaje y al final ni paseo ni nada. Y al día siguiente teníamos intención de ir a Toledo a pasar el día, pero nuestros huéspedes se levantaron casi a ¡las dos de la tarde! y ya no merecía la pena porque ellos la noche del sábado tenían que dormir en Madrid. Así que después de comer nos fuimos a Madrid y dimos un paseo por el centro de la ciudad, que mi hermana a penas la conocía.
A pesar de que tenía pinta de empezar a llover en cualquier momento, hacía una noche estupenda (10 grados de noche en enero, es casi primaveral) y Madrid estaba especialmente bonito o será que como ya no vivo allí y no tengo que soportar a diaro los atascos interminables y la aglomeración de gente, ahora lo veo con otros ojos.
Al final, antes de dejar a mi hermana y a su chico en el hotel, cenamos en un FresCo, que por cierto, no os lo recomiendo nada porque cenamos pero que muy mal, y eso que somos todos unos tragaldabas.
Ellos se fueron a Turquía ayer, ¡que suerte que tienen algunos! Y nosotros nos pasamos gran parte del día organizando apuntes, archivadores y demás para empezar a estudiar porque parece que aún queda mucho para los exámenes, de hecho no tenemos ni idea de cuándo serán, pero la verdad es que el tiempo pasa volando y cuando menos te lo esperas ya ha pasado todo un año. Así que, por lo menos yo, he empezado ya a estudiar sin prisa, pero sin pausa.
¡Feliz Lunes!
P.D. Las fotos no son mías, la primera es de la página web del restaurante y la segunda es una postal que tengo en casa.
P.D.2. ¡Me han salido otras dos alumnas!